Adoración Pura

Escrito el 26/01/2018
Ps. Jentezen Franklin


Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adorenJuan 4:23.

La disciplina del ayuno le saca de la rutina del mundo. Es una forma de adoración; ofrecer su cuerpo a Dios como sacrificio vivo es santo y agradable a Dios. La disciplina del ayuno le humillará, le recordará su dependencia de Dios y le llevará otra vez a su primer amor.

El ayuno hace que las raíces de su relación con Jesús, y su adoración, sean más profundas. La pesadez o angustia quita la adoración de su vida. La iglesia es deprimente cuando no adora. No hay nada peor que una iglesia llena del Espíritu que pierda el manto de la alabanza.

Dios desea nuestra alabanza más que nuestra mera asistencia a la iglesia. Eso no es decir que deberíamos descuidar el reunirnos como cuerpo, pero los momentos en que estamos juntos, al igual cuando estamos solos, deberían ser para glorificar y alabar a nuestro asombroso y poderoso Dios. Recuerda esto: “la alabanza hace retroceder al enemigo”.

¡Hay poder en el ayuno colectivo y poder en la alabanza colectiva! Crea un río de sanidad, un río de liberación y victoria, un río de limpieza en la casa de Dios. Es momento de intercambiar cenizas por belleza, luto por gozo y un manto de angustia por un manto de alabanza.

“La adoración produce vida espiritual y trae quebranto al corazón. Cuando adoramos, hallamos a Dios y somos hallados en Él. Cuando no sabes que hacer o en qué dirección caminar, adora al Señor”.