Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco. Salmos 92:10.
¿Necesita nuevas fuerzas? Dios se las dará si usted las pide. Al enfrentar un nuevo día, usted debe asegurarse de contar con las fuerzas suficientes para terminarlo bien.
Dios, no solo quiere guiarlo en éste día, Él también quiere empoderarlo. Cuando usted ora, no solo es fortalecido en su espíritu, sino que también su cuerpo mismo recibe el aliento que tanto necesita.
Posiblemente su rutina es extenuante y usted ha buscado con mucha premura las estrategias para que el cansancio no lo venza. Entienda una cosa, la fuente más importante de su fuerza, es Dios.
Me encanta este texto porque me ayuda a recordar que como hijo de Dios, preciso de la fuerza física y también, de la fuerza espiritual, y ambas, provienen de Dios.
Debo decirle que hay momentos en los que el Señor lo llamará a descansar; le hablará y lo hará para decirle que es justo que haga una pausa en su ajetreada rutina.
Pero habrá otros momentos, en los que no lo llamará a descansar sino a continuar con la labor que le encomendó. Usted sentirá que no tiene fuerza para continuar pero entonces, justo en ese escenario, el Señor lo llenará con nuevas fuerzas.
Tal vez usted haya invertido toda su fuerza en la restauración de su matrimonio o en aquel negocio que heredó de sus padres. Tal vez se sienta tan débil que esté considerando aplazar sus estudios. Es posible que usted tenga un jefe que duplica su cansancio por causa de su mal carácter.
Cualquiera que sea su situación hoy, póngase de rodillas y clame a Dios por las nuevas fuerzas que Él tiene para usted.
Cuando el salmista dijo: “me ungirás con aceite fresco”, él se estaba refiriendo al poder del Espíritu Santo ayudándolo en cada una de sus tareas.
Usted necesita hoy la unción del Espíritu Santo obrando en su diario vivir. Una vez que usted permite que Dios lo unja, su familia y sus amigos no lo verán con los mismos ojos.
Busque hoy la unción. Usted será una persona distinta si se dispone para recibir la preciosa unción del Espíritu Santo.
Dios quiere fortalecerlo. Levántese de su estado de postración y luche, tal vez esta sea la última batalla que requiere, antes de alcanzar su meta.
Todos aquellos que ponen su confianza en Dios, serán fortalecidos por su poder. Viva como un búfalo, no como una débil e indefensa liebre.
Pida intensamente la unción de Dios para usted y su casa, le aseguro que nada quedará igual una vez que Dios ponga un aceite fresco en su corazón.
Usted será más fuerte, amoroso y santo.