¿Camino difícil?

Escrito el 21/09/2020
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. Éxodo 7:3.


Cuando leo la Biblia, no puedo evitar preguntarme ¿por qué a Dios se le ocurre a veces llevarnos por el camino más difícil? Siempre concluyo que Él no compite con nadie, simplemente Él pone los límites y Él mismo los supera. Dios tiene un particular sentido del humor que podría tomarnos años entender y disfrutar.

Endurecer el corazón de Faraón convirtió el relato del Éxodo, de un “cuento infantil” a una grandiosa historia épica con relatos asombrosos. ¿Puedes imaginarte la grandiosa historia del Éxodo de Israel, si Faraón hubiese sido un oponente “debilucho”? Eso sería algo así como un Jesús sin un Judas, una Jericó sin murallas, una Canaán sin “grandulones”, o la libertad sin un mar Rojo.  

Un pastor experimentado dijo: “Dios endureció el corazón de Faraón porque los seres humanos, lamentablemente, no valoramos lo que obtenemos fácilmente”. Es necesario que haya un poco de dificultad en el camino antes de recibir el premio, de esa manera valoraremos mucho más aquello que obtendremos.

Pero esta no es la única razón que justifica “el buen sentido del humor de Dios”. Detrás de su decisión de endurecer el corazón de Faraón, había un plan inteligente que permitiría que Él brillara y no el pueblo, sólo Él se llevaría la gloria: “y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas”.

El punto es que, oramos por señales pero no queremos un Faraón; oramos por las maravillas de Dios pero no queremos enfrentarnos a una persecución en el desierto. La comodidad es un asesino peligroso.

Un marinero de éxito tendrá que aprender a lidiar primero con las aguas embravecidas; un gran piloto se ganará la confianza de otros cuando aprenda a lidiar con las turbulencias que encuentre mientras sigue las coordenadas de su carta de vuelo.

¿Sobre qué aguas te estás moviendo? ¿Hay turbulencia? Bueno, Dios te mostrará grandes señales y hará maravillas mientras avanzas entre los muros de la  dificultad y la angustia. Nada hay imposible para Dios.

Paz y bien.