Caminos rectos.

Escrito el 16/04/2021
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová. Salmo 119:1.


Tengo mucho respeto por los caminos curvos y también por los empedrados. Hace un par de años, emprendí mi primer viaje en moto y entonces comprobé que no me llevaría nada bien con las curvas.

Iba a unos 70 Km/h (no es tan rápido en carretera abierta), cuando me encontré frente a la curva que me hizo sensible a mi mortalidad. Sentía que perdía el control. Por suerte, la vía estaba despejada y pude invadir el segundo carril hasta disminuir la velocidad y recuperar el control de la moto.

Desde aquel día, por mi bien, decidí no tomarme confianza a la hora de curvear, y más bien, me determiné mantener una medida justa de respeto por las curvas. Pensé: si salgo a disfrutar, no quiero arruinarlo.

La razón por la cual le cuento esto, es porque hay dos maneras de vivir la vida, pero una sola ruta que lo llevará al cumplimiento de su propósito en Dios, una sola ruta que le brindará todo el éxito que anhela. 

Puede vivir siendo integro o puede vivir de cualquier manera. Lo cierto, es que su elección lo convertirá en un privilegiado o en un desdichado. 

La gente se equivoca cuando dice acerca de una persona: “es que nació para tener éxito”, afirmando con esto que de una manera soberana, a cada quien le corresponde lo que le toca. 

Pero se equivocan, y mucho. La Biblia nos anticipa que aquellos que viven en integridad y nunca pierden de vista la ley de Dios, son bienaventurados, son dichosos. 

Eso significa que son privilegiados, honrados, reconocidos y distinguidos por Dios.

Amado lector, no considere como poca cosa el esfuerzo que está haciendo por agradar a Dios. No tenga en poco los efectos y las promesas de la obediencia. 

Cuando elige los caminos de Dios como su prioridad, por natura sus decisiones estarán marcadas por la transparencia, la rectitud, la justicia y la pureza. Al hacerlo, por criticado que pudiera ser, los ojos de Dios estarán sobre su vida y su familia. Dios lo recompensará. 

No se enrede en las tragedias que por necedad pudiera causar. No tome dineros de dudosa procedencia. Tampoco se involucre con la gente incorrecta. Sin importar cual sea su estado civil, busque la integridad sexual.

Paz y bien.