Yo en ti confío.

Escrito el 23/04/2021
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


En el día que temo, yo en ti confío. Salmo 56:3.


Existen esos días. Sí, esos días en los que tememos por algo. Tememos a un examen médico, a una prueba académica, a una entrevista laboral, a una cita romántica, o a los peligros de la calle.

Yo tengo en mis recuerdos algunos momentos en los que sentí mucho temor. Por ejemplo, cuando llegó la fecha para presentar mi examen de estado. Recuerdo que las noches previas perdí el sueño. 

También recuerdo el primer día que prediqué en una iglesia. El temor logró bloquearme y confundirme al punto que arruiné aquella reunión. Lo eché a perder y, en efecto, terminé en la mitad del tiempo que me habían asignado.

Amado lector, usted no podrá evitar sentir temor en algunos escenarios de su vida. Lo que sí podrá evitar, es entregarle al temor, el control de su vida.

El salmista David, el mismo que en su juventud derribó a un gigante, también fue susceptible al temor. Sin embargo, él encontró el arma correcta para enfrentar la violencia con la que frecuentemente ataca el temor: la confianza.

Confiar es la clave. Confiar no es otra cosa que reconocer que, por difíciles que pudieran ser las circunstancias, Dios nunca pierde el control.

Confiar es descansar en la certeza de que su Dios jamás fue vencido y nunca lo será; por lo tanto, puede descansar en Él. 

Cuando llegue el día en que el temor lo sorprenda, confíe ciegamente en el actuar de su Dios Todopoderoso; de esa forma podrá recibir el aliento y el valor para continuar su marcha con la mirada dirigida hacia la majestad de Dios.

"En el día que temo, yo en ti confío". Haga de esta expresión su oración constante en este día. 

¡Bendecido día!