Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 1 Corintios 16:13.
No se descuide, satanás es sutil. Un buen guardia no duerme cuando se le ha encomendado cuidar un tesoro.
Su salvación, así como su vida de devoción, representan un gran tesoro que por ningún motivo usted puede descuidar.
“Velad” es un llamado a permanecer alertas ante las tentaciones que su enemigo espiritual quiera poner a su paso.
No se confíe, permanezca atento de tal manera que pueda decir: “yo dormía, pero mi corazón velaba”.
Ahora bien, usted no puede velar si su fe es endeble. Eso es como si cuidara un tesoro sin tener un arma de defensa lo suficientemente efectiva a su alcance.
Si usted ora, ayuna o sirve, pero no usa su fe, ni sorprenderá a Dios ni tampoco asustará al diablo.
La fe es su defensa. Para Pablo, la fe es un escudo impenetrable. Si es cristiano, debe entender que con el pasar del tiempo todos los asuntos de la vida se anclarán a su fe.
Eso significa, que si satanás destruye o debilita su fe, también afectará todo lo demás en usted.
Hoy, Dios lo está llamando para que ejercite su fe. Nutra su fe, no la deje morir. Levántese y vuelva a creer que lo imposible con Dios, es perfectamente posible.
Hombre, no te comportes como un cobarde, enfrenta tus gigantes como un varón aguerrido.
Mujer, no permitas que las circunstancias te reduzcan, tú eres fuerte en Dios y mientras camines con Él, nada será más fuerte que tú.
Amado lector, esfuércese aún más, no decline en su búsqueda de Dios; no renuncie a lo extraordinario por estar esperando lo común.
Vístase con el atuendo de un guerrero, y no con los harapos de un desdichado. Su fe tiene mucho valor, por tanto, no la confunda con el precio de la duda.
Esforzarse también significa caminar la milla extra. Dé más, cuando los demás dijeron haber terminado, usted avanza hasta pasar la linea del límite.
No se conforme, viva como un hijo esforzado, piense como un guerrero, y confíe en Dios como lo haría un niño en su padre.
Reaccione. Dios está a su lado y lo está llamando para que salga de la cueva del temor y la duda.
Usted tiene mucho camino por recorrer, entonces ¿por qué detenerse justo ahora? Avance y mientras lo hace, manténgase muy atento y despierto.
Si usted cambia su actitud, le aseguro que hoy será un gran día. Siga el consejo de la Palabra de Dios y asómbrese.
(Inspirado en un escrito de Charles Spurgeon).
¡Feliz día!