Caminar en medio de la luz

Escrito el 06/07/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida». Juan 8:12


Jesús siempre traerá luz y claridad a su vida. Lo incierto, la duda y las conjeturas no corresponden al estilo de Dios.

Nuestro Señor y rey nunca lo llevará a territorios de los cuales usted deba desconfiar. Con Él, cada camino se hace llano y transparente como aguas cristalinas.

La oscuridad y las tinieblas son el método favorito de Satanás, que buscará convencerlo de acostumbrarse a caminar entre la confusión y la duda.

Sepa algo. Todo lo que corresponde a Dios traerá claridad a su vida y no sumará confusión a su corazón.

Usted puede saber cuándo algo viene de Dios y cuándo proviene del diablo. Los planes de Dios no son confusos. Sus acciones son increíblemente ordenadas, calculadas y exactas.  

Lo que proviene del mal produce incertidumbre, temor y ansiedad. Usted podrá reconocerlo porque, en vez de generar una atmósfera de hermandad y amor en su casa, lo único que producirá es desacuerdo y división.

La luz y la claridad son el estilo de Dios. Usted tendrá la certeza del Espíritu de que Dios está en el asunto y así se disipará toda duda en su corazón.

Jesús prometió que traería luz a su vida. Amado lector, esfuércese por crecer en el conocimiento de Dios, pero no permita que doctrinas extrañas o ideas mundanas destruyan la obra de Dios en su vida.

Recuerde, Dios es un Dios de orden y claridad, nunca de confusión. No acepte enredarse en asuntos de dudosa reputación, aun cuando provengan de personas de fe.

La Biblia declara que “El que anda de día, no tropezará”. Juan 11:9. Asegúrese entonces de obrar mientras el sol permanece en su cenit.

Jesús lo llevará a una eternidad segura con Él, pero mientras ese momento llega, puede tener la garantía de que siempre lo guiará por sendas de luz y absoluta claridad.

Deshágase de toda posibilidad de enredarse en asuntos que no le producen paz. Más bien, consulte al Señor y pídale que lo ayude a alejarse de los tramos oscuros y de los caminos tóxicos de la vida.

¡Claro e iluminado día!