¡Bondad suprema!

Escrito el 21/04/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bienSalmo 13:6


Nunca dude de la bondad de Dios. Continuamente, nuestra relación con Dios se halla en aprietos por causa de la incredulidad de nuestros corazones. Frente a la prueba o mientras atravesamos caminos de alta intensidad, olvidamos que Dios siempre nos hace bien. 

Observe a través del retrovisor de su memoria y considere si alguna vez Dios le ha hecho mal. Le aseguro que será imposible concluir tal cosa. 

Amado lector, hoy quiero recordarle una verdad eterna: Dios quiere su bien. La Biblia dice que sus pensamientos son de bienestar y no de mal.

Siendo honestos, nos hace falta reconocer que a veces intentan colarse en nuestra mente pensamientos dañinos acerca de Dios. Por ejemplo, que Él permanece enojado y por esa causa toma medidas extremas como infligir dolor. 

Es por eso que vemos personas apáticas al amor de Dios, que lo ignoran o lo rechazan porque piensan que en Él hay dos mundos: el mundo de bien y el mundo del mal.

Nada puede estar más lejos de la realidad. Dios es amor y todo lo que hace, lo hace, indudablemente, guiado por su eterno amor por nosotros. 

Amado lector, piense acorde a las Escrituras y reconocerá que Dios le ha hecho bien. Siempre le ha hecho el bien. 

Hoy lo animo a recordar el lugar de donde Dios lo sacó. Le pregunto entonces, ¿dónde estaba cuando Dios lo encontró? ¿Cuál era la dimensión de su vacío, soledad y dolor? Piénselo. 

Note que la alabanza y exaltación a Dios es el resultado de hacernos conscientes de la bondad de nuestro Salvador. Solo cuando uno reconoce que está perdido, puede también reconocer la bondad y el gran amor de Aquel que nos extiende sus brazos para salvarnos. 

Quizá usted estuvo enfermo y Dios le hizo bien sanándolo. Quizá estaba quebrado financieramente y Dios lo prosperó. O tal vez, su matrimonio iba en picada, y hoy usted es feliz. Por todo lo que ha hecho Dios en su vida, cántele. 

Con amor, su servidor.