E hizo el siguiente voto: «Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, si miras mi dolor y contestas mi oración y me das un hijo, entonces te lo devolveré. Él será tuyo durante toda su vida, y como señal de que fue dedicado al Señor, nunca se le cortará el cabello». 1 Samuel 1:11. (NTV)
Amado lector, si Dios le concediera lo que usted le está pidiendo, ¿cuál sería la parte que le corresponde a Él? ¿Lo honraría?
La clave no está solo en pedir, sino en pedir de tal manera que Dios sea glorificado. Cuando usted pide y aquello que pide exalta a Dios, algo especial y majestuoso ocurre.
Si usted está orando por la libertad de un hijo que padece una adicción, asegúrese de pedir también que ese hijo, se convierta en un siervo de Dios.
Si está orando por su esposo, no pida solo para que Dios lo ayude a dejar el licor, sino también, para que se convierta en un servidor activo en la iglesia.
Dios concede peticiones con fines de reino. Quizá usted esté orando por una casa para evitar esa tortuosa responsabilidad de pagar arriendo, pero ¿qué tal si usted pide una casa para conformar un hogar legítimo que honre a Dios? O ¿Por una casa con las suficientes habitaciones para hospedar a los enviados de Dios?
Ana no solo pidió un hijo, ella lo ofreció a Dios. Note que ella no solo pidió una bendición para llenar un vacío, ella pensó en los propósitos de Dios.
¿Quiere usted tocar el corazón de Dios? Entonces pida de tal manera que al usted recibir, el nombre de Dios sea glorificado.
¿Qué lo motiva a orar por una pareja? ¿Lo motiva el deseo de no estar solo? ¿Qué tal si se deja llevar por el deseo de servir a Dios con su pareja? Le aseguro que Dios se glorificará.
¿Quiere un empleo para suplir las necesidades de su casa? Pues bien, eso tendrá. Pero ¿qué tal si pide un empleo con las condiciones que le permitan servir a Dios y ofrecer a su familia el tiempo de calidad que necesita? Dios se lo puede dar. En todo caso, asegúrese de que Dios esté en la fórmula.
Usted puede hacer, al igual que Ana, un voto de honra hoy. Quiero que me entienda bien. Usted no puede pagar por la respuesta de Dios, tampoco comprar
No pida para sus propios deleites, pida de tal manera que al recibir una respuesta del cielo, Dios se lleve la mejor parte.
Amado lector, hoy puede cambiar el enfoque de su petición; hoy podría alterar el detalle de su forma de pedir, pero de algo usted puede estar seguro, los que piensan en Dios, jamás serán olvidados por Él.
Amigo y hermano lector, bendecido y grandioso día.