Llenos de Dios

Escrito el 14/04/2024
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová. Ezequiel 37:14.


Usted es morada del Espíritu Santo. ¡Cuán dichoso debería sentirse por haber recibido la dulce y poderosa presencia del Señor!

La verdadera vida comienza cuando su débil naturaleza se entrelaza con la santa y pura belleza del Espíritu de Dios.

El hombre es el único recipiente que alcanza tanto valor, no por el material del que fue hecho, sino por el contenido del cual está lleno. 

La promesa de Dios aún está vigente. Él quiere llenarlo con su Espíritu.

La vida biológica que recibimos, al ser concebidos, no es suficiente. Ese tipo de vida es común, es corriente; pero la vida que produce el Espíritu Santo, trasciende lo mortal para convertirlo en una persona completamente plena y llena del conocimiento de Dios.

Entienda una cosa: Dios, no solo quiere acompañarlo y guiarlo desde afuera, Él quiere ordenar su vida desde adentro.

Hay una promesa más para usted: el reposo. Reposar no es estar quieto, reposar es experimentar paz.

Puede que sea un cristiano de mucho tiempo, o quizá de pocos meses, pero lo cierto es que el descanso y el reposo vendrán cuando su vida sea controlada por los impulsos del Espíritu de Dios y no por la astucia en sus decisiones.

El verdadero reposo aparece cuando se rinde al dominio del Espíritu de Dios, y renuncia a seguir batallando en sus propias fuerzas. 

Nunca será tan dichoso como cuando el Espíritu Santo toma el control de sus pensamientos y de sus acciones. Mi consejo es que no intente agradar a Dios en sus fuerzas. Tampoco se fatigue intentando hacer lo correcto sin antes pedir intensamente, y recibir abundantemente, los ríos de la vida de Dios.

No se resigne a vivir una vida común, clame pidiendo el tipo de vida que Dios le está ofreciendo. Su verdadero norte es ser lleno del Espíritu Santo. Totalmente lleno de la presencia de Dios y vacío de cualquier afecto pecaminoso por el mundo.

Pida la llenura del Espíritu Santo, Dios se la dará.

Bendecido día.​