Pequeños detalles

Escrito el 16/04/2024
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne. Cantares 2:15


¿Alguna vez ha intentado caminar o correr con una piedra en el zapato? Yo sí; en lo personal, me ha resultado imposible.  

Una pequeña piedra en el zapato, aparenta ser un asunto menor, pero en realidad, es increiblemente molesto e incluso, doloroso. La Biblia nos advierte acerca de cuidar los pequeños detalles que subestimamos, refiriéndose a ellos como "pequeñas zorras".

¿Se ha preguntado por qué dice “pequeñas zorras” y no solamente “zorras”? Pues resulta que cuando una “pequeña zorra” quiere comer del fruto del viñedo, por causa de su limitada estatura, en lugar de ir directo al fruto, lo que hace es halar sus ramas hasta destruir toda la planta.

Cuídese de las pequeñas zorras que terminarán destruyéndolo tan sólo por quedarse con sus mejores frutos. Una pequeña zorra puede ser un mal hábito, una mala amistad o una costumbre que usted considera inofensiva, pero que en realdiad, le hace mucho daño.

Los pequeños detalles cuentan. Las grandes obras de ingeniería fueron hechas a partir de pequeños detalles. Si usted se permite ciertas libertades que parecen inofensivas, quizá termine perdiéndolo todo.

Usted debe tener la actitud de un cazador. Sí, de un cazador. El cazador no espera ser sorprendido por la presa, el cazador sorprende a su presa. 

El cazador busca. Siéntese por un momento y haga lo mismo que el cazador, busque. Quizá usted se ha estado preguntando porqué su viñedo no florece. Trabaja y se esfuerza, pero no ve el fruto.

Quizá se deba a que tiene en poco hacer un presupuesto, o quizá, aún no está convencido de que diezmar es una bendición para los hijos de Dios.

Cuidado con las pequeñas zorras. Usted no se da cuenta cuando una de ellas asecha. Ponga atención a las palabras de este sabio pensamiento. Esfuércese por identificar esas diminutas hendijas por las que se le está ´escapando´ su bendición.

Quizá piensa que el vocabulario que usa no le hace daño a nadie, pero piense por un momento que “hablar mal” es igual a “maldecir”.

Esa vieja costumbre de apostar con la torpe excusa de que lo hace por diversión, puede dejarlo en la calle, y créame, eso no será divertido.

Esa vieja aventura con esa mujer que no es su esposa o esos sutiles mensajes con ese hombre que no es su esposo, le llevará a sufrir la más horrenda vergüenza, o incluso, podría llevarlo a la muerte.

¡Cuidado con los detalles! Haga su propio inventario y saque lo que no sirve. Ocúpese de tirar todo aquello que consideró inofensivo, pero que ciertamente le está robando la bendición de fructificar.

¡Bendecido día!