De improductivos a productivos

Escrito el 22/04/2024
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nadaJuan 21:3


Pedro tuvo una jornada frustrante. Durante toda la noche intentó pescar, pero su tiempo invertido fue improductivo. 

En el caso de Pedro, los malos resultados no vinieron por causa de la negligencia. Él hizo lo correcto. Toda la noche intentó hacer lo que sabía hacer, sin embargo, no obtuvo lo que esperaba.

Sin embargo, la historia tuvo un final esperanzador. Al amanecer, después del cansancio de toda la noche, aparece Jesús y entonces, un milagro ocurre.

Pedro era una autoridad en asuntos relacionados con su oficio. Por su edad, se cree que era un pescador reconocido y respetado.

A pesar de eso, ese día se estaba haciendo a la idea de que regresaría a su casa con las manos vacías, hasta que la aparición del Maestro hizo que todo cambiara.

Jesús le dio a sus discípulos un pequeño consejo y eso fue suficiente para que en poco tiempo y en un solo intento, lograran una pesca asombrosa (Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces).

Amado lector, comprenda esto: trabajar y esforzarse es necesario, pero la eficiencia de los resultados no dependen absolutamente de usted. 

Por esta razón, debe hacer lo propio, pero asegúrese de confiarle los resultados al Señor.

Seguramente ha enfrentado días improductivos, aquellos en los que siente que hizo muchas cosas, pero a decir verdad, logró muy poco o nada.

Es posible que el balance de su vida hasta ahora resulte desalentador debido a que trabajó y se esforzó mucho, pero sus metas aún se ven distantes.

Aprenda de esa experiencia y la próxima vez, asegúrese de trabajar de la mano de Dios.

Permita que sea Dios quien lo dirija en sus labores cotidianas y le aseguro que los resultados serán muy diferentes. El Señor lo ama y desea que su esfuerzo produzca abundante fruto. 

Se hace necesario, entonces, un corazón humilde que acepte el consejo de Dios. Usted ha hecho lo mismo por mucho tiempo, pero quizá el Señor quiera intervenir en sus métodos. ¿Estaría dispuesto a hacer cambios? ¿Estaría dispuesto a tirar la red hacia el otro lado?

Prepare su corazón y reciba el consejo de Dios. Él quiere mostrarle el camino más productivo. Atienda su consejo y verá cómo cambian los resultados. 

Paz y bien.