Enseñados en todo

Escrito el 24/04/2024
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Filipenses 4:12


El gran apóstol Pablo aprendió a depender de Dios. Nunca dependió de las circunstancias. Jamás sucumbió en el desánimo por causa de sus condiciones financieras.

El apóstol se caracterizó por ser un hombre de una sola pieza. No era variable, todo lo contrario, fue “muy parejo y sólido” en toda su manera de vivir. Estoy seguro de que su ánimo no cambiaba de un instante a otro.

De su legado aprendemos lo importante que es, ser cristianos de una sola pieza y, a no menguar cuando las circunstancias se ponen difíciles.

El carácter de este gran hombre de Dios era lo suficientemente fuerte y consistente como para conservar el ánimo en los tiempos más oscuros y difíciles. En medio de pruebas, persecuciones o peligros, se caracterizó por conservar su confianza en Dios. 

Amado lector, la vida de Pablo es una constante invitación a vivir de manera consistente, sin variaciones, sin renuncias sorpresivas.

Abandonar proyectos no es una buena señal. No habla bien de nosotros y tampoco habla bien de nuestra fe cristiana. 

Cambiar de ánimo de manera repentina sin una justificación, pone en riesgo nuestra vida, nuestra salud espiritual, así como la estabilidad emocional de nuestro hogar.

Vivamos de tal manera que las circunstancias no determinen nuestro ritmo, nuestro andar y mucho menos nuestra obediencia al Señor.

La fe es mucho más que una actitud; sin embargo, la actitud da cuenta de la calidad de nuestra fe. Conserve una actitud de lucha y confianza. No permita que sus temores, dudas u opiniones, debiliten su fe. 

Persevere en la gracia de Dios, no decline, no se rinda. Conserve su actitud de vencedor y no permita que las circunstancias determinen su destino. Mantenga la ruta y confíe en el continuo cuidado de Dios.

¡Bendecido día!