Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir. Salmo 25:4. (NTV)
¿No sabe qué camino tomar? ¿Está indeciso? Despreocúpese, Dios lo guiará, Él le mostrará el camino que debe seguir.
Yo me he encontrado muchas veces sin saber qué hacer. En momentos como esos, experimento un combate de ideas y prejuicios. Es como si la razón, los sentimientos y mis deseos decidieran subir a un ring de boxeo.
Frente a ese panorama, recuerdo que Dios es mi guía. Él sabe cómo direccionar mis torpes pisadas, de tal manera que me pueda mantener en el camino correcto.
Amado lector, yo sé que usted tiene muchos proyectos y sueños en su corazón. Por esa misma razón es que necesita con tanta urgencia la dirección constante del Señor en todo lo que haga.
Cada vez que requiera tomar decisiones de alto valor, invierta un momento para orar pidiendo la dirección del Señor. Aférrese a la Palabra Viva y obre de acuerdo a lo que Dios le enseña a través de ella.
No permita que la ansiedad “decida por usted”. Cada decisión que usted toma lo hará responsable de los resultados que produzcan. Por lo tanto, aprenda a depender del consejo divino.
Soy un pastor; sin embargo, debo confesar que los momentos más grandiosos de mi vida espiritual los experimento cuando me veo a mí mismo como una oveja y a Dios como mi pastor.
Entonces, sentirme confundido se convierte en una oportunidad para escuchar la voz de Dios, para recibir su consejo y descansar en su soberano amor.
Si tan solo estuviéramos dispuestos a dejarnos guiar por el Señor, nos equivocaríamos menos y nuestras decisiones serían efectivas.
Hoy, hable con Dios y dígale que todo lo que usted desea es ser guiado por Él. Que lo reciba como a una oveja que anhela la compañía de su pastor para atravesar los más difíciles caminos.
No se precipite. Dé un paso a la vez. Dios lo guiará.
¡Fuerte abrazo!