Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno. Mateo 5:37 (NTV)
La vieja expresión “trataré” nos ha hecho mucho daño. Trataré de pagar, trataré de ser fiel, trataré de trabajar, trataré de obedecer a Dios, trataré de amar o trataré de diezmar son algunas de las muchas formas en las que empleamos esa palabra.
Si usted verdaderamente quiere tener éxito, debe eliminar de su vocabulario la palabra “trataré”. Tratar no es suficiente cuando necesita tener una actitud de resolución.
Las personas que se pasan la vida “tratando”, no alcanzan nada y a menudo viven inconformes con ellas mismas.
No trate más, simplemente hágalo. No trate de leer la Biblia, hágalo; no trate de orar, ore; no trate de ser fiel a su cónyuge, simplemente hágalo; no trate de cortar con esa relación que no le conviene, decídase y hágalo.
Jesús dijo: "Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". No se excuse más. No diga que tratará de ser más espiritual, simplemente conviértase en una persona espiritual.
Aplazar lo que debe hacer ahora podría echar a perder la gran bendición que está por recibir. Sea honesto con usted mismo, exíjase más y haga lo que debe hacer, no lo aplace más.
Si usted trata de bajar de peso, pero no decide alimentarse bien y hacer ejercicio, entonces no alcanzará su objetivo. Si necesita librarse de hábitos destructivos o de viejas costumbres que opacan la obra del Espíritu en su vida, entonces necesita disponerse por completo a Dios y debe hacerlo hoy, no mañana.
Sepa una cosa: la diferencia entre la bendición y la maldición está al alcance de una decisión. Dios dijo: "He aquí he puesto delante de ti la bendición y la maldición, por mi parte te aconsejo que elijas la bendición".
Amado lector, esa decisión ni siquiera necesita ser evaluada; debe elegir lo que Dios le sugiere. No amarre su elección a las circunstancias o al tiempo, simplemente tome acciones, no lo aplace más.
No trate, hágalo; no lo aplace, decídase.
Bendecido día.