Golpes al Aire

Escrito el 02/01/2018
Ps. Gustavo Muñoz


Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire. 1 Corintios 9:26.

Correr sin objetivo alguno, es un despropósito. Todo aquel que corre, debe hacerlo consciente de cuál es su meta. El atleta, por ejemplo, lo hace reconociendo que está participando de una competencia y que debe llegar al final de la pista en el menor tiempo posible para coronarse ganador.

Nos engañamos al pensar que la continua actividad nos asegurará el éxito. Si queremos optimizar nuestra energía, invertir bien el tiempo, y potenciar nuestras acciones, se hace  necesario establecer metas. 

La pelea es inminente. Todos debemos pelear si es que en realidad queremos triunfar. Sin embargo, el asunto no es pelar por pelear; todo aquel que pelea debe, en primer lugar, identificar a su oponente.

La Biblia nos enseña que la pelea no es contra carne o sangre, la pelea es contra nuestra carne, el mundo y Satanás. En segundo lugar, un buen luchador debe calcular muy bien cuando atacar. El apóstol Pablo afirmó “peleo, pero no como quien golpea el aire”. Si vieras a un hombre lanzando “golpes a la nada” ¿qué pensarías? Probablemente dirías: ese hombre está loco.

Pues bien, a veces somos así, lucimos como locos. Caemos en la desesperación o en la ansiedad y entonces, actuamos como necios. Esa es una de las razones por las que admiro el legado del apóstol Pablo: siempre mantuvo el enfoque.  

Estos días son clave en tu vida, familia y vocación. Establece metas e identifica tus enemigos.

Para tal efecto, te invit a responder dos preguntas:

1. ¿A dónde quieres ir? (esta pregunta te ayudará a mantenerte enfocado). 

2. ¿Qué es aquello que te impide alcanzar tu meta? (esta pregunta te facilitará identificar a tus oponentes).

¡Próspero año nuevo!