Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:4.
La hiperqueratosis, vulgarmente denominada como callo o dureza, es una zona de la piel en la que se produce una acumulación de queratina correspondiente a la compactación de células muertas inertes de la epidermis en respuesta a un estímulo que puede ser, generalmente, el roce o la fricción excesiva.
¿Puede reconocer que la existencia de “callos mentales” es totalmente probable? Un callo mental es una especie de fortaleza puesta en su mente que le impide pensar diferente, ser diferente.
Los callos no tienen sensibilidad, de la misma manera ocurre con su alma, usted se vuelve insensible y cierra sus oídos al consejo, e incluso, a las necesidades de los demás.
Los callos mentales silencian la voz de la conciencia. Entonces, aceptamos lo inaceptable; abrazamos lo que aborrecemos.
Es un callo mental lo que produce la necedad y la terquedad. Amado lector, el Espíritu Santo quiere mostrarle su voluntad, pero a veces, aquella hermosa revelación no es clara para usted debido a las fortalezas de su mente.
¿Insistirá en ser igual aunque Dios quiera que haga cambios? ¿Renunciaría a esas fortalezas de su mente con tal de tener un corazón semejante al de Jesús?
Usted ha aprendido formas y estilos desde niño. Algunas cosas que aprendió son muy positivas, pero otras, son totalmente indiferentes a las palabras de Dios, por tanto, no lo ayudarán en nada.
Si usted quiere cambios profundos, debe estar dispuesto a permitir que Dios lo libere de las callosidades espirituales.
Sí, debe ser libre de aquello que le impide experimentar a Dios, por consiguiente de experimentar amor.
Con el pasar del tiempo, nos convertimos en testigos y comprobamos que las experiencias de la vida con sus decepciones y dificultades, hacen que perdamos la sensibilidad a las cosas espirituales.
Ser espiritual no es una opción, es una necesidad. Si usted es padre, hijo, hermano, siervo, etc., va a requerir mantener su mente libre de todo tipo de fortaleza que le impide ver como Dios ve, pensar como Dios piensa, y sentir como Dios siente.
Ore en este día para que todo “género” de callosidad desaparezca de su vida y la plenitud de Dios se haga presente.
¡Bendecido día!