Indicios de Dios.

Escrito el 08/09/2018
Ps. Gustavo Muñoz


A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. 1 Reyes 18:44.


Elías oró por lluvia pero fue a la séptima ocasión en que su criado se asomó, que pudo ver un indicio de la lluvia que se aproximaba.

Cualquiera esperaría truenos y agua incesante, pero en un principio no fue así. Primero apareció una diminuta nube y luego, llovió a cantaros (v. 45).

Puede que usted aun no vea grandes respuestas, pero hoy, Dios lo exhorta a que pueda apreciar los pequeños indicios y las muestras de Su gloria que usted podría catalogar como “insignificantes”.

Amado lector, todo tiene un comienzo. Con Dios, los procesos son ascendentes, no sorpresivos.

Quizá lleve tiempo orando por algo y aun no ve las respuestas que desea, sin embargo, Dios le está mostrando “pequeñas nubes” que anteceden una gran lluvia de bendiciones disponibles para usted.

Aprecie los pequeños detalles. Dios aún sigue obrando, aunque ante sus ojos no parezca.

Dios es un Dios de indicios. Esfuércese por ver y apreciar los que Él le está mostrando. Se preguntará ¿cuáles? Pues lo pequeños detalles que comienzan a orquestarse a su favor.

No es nada, -pensará usted-, pero si tiene fe y sabe esperar, le aseguro que se asombrará al ver como una pequeña muestra se convertirá en una manifestación poderosa de la gloria de Dios. Créale a Dios, Él está obrando.

El criado fue enviado por el profeta siete veces. A la séptima vez vio la pequeña nube. El número 7, significa perfección, y en este caso específico, denota persistencia.

No pierda el ánimo, no descuide su objetivo. Aunque no vea lo que quiere ver, camine en fe y espere los mejores resultados.

¿Puede ver la pequeña nube? ¿Puede ver esa insignificante señal? Esfuércese por hacerlo, Dios está obrando.

Ese familiar por el que está orando, va a ser transformado, pero hoy, lo animo a ver los indicios de que algo está pasando con él.

Esa bendición material que espera y por la que tanto ha trabajado, aun no se ve claramente, aún no está en sus manos, pero poco a poco se consolidará y llegará a sus manos.

Tenga fe, y aprecie los indicios de Dios. Observe la pequeña nube. 

Próspero día.