¡Arráiguese!

Escrito el 25/07/2019
Ps. Gustavo Muñoz


Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud. Colosenses 2:7


En ocasiones me pregunto ¿qué es seguro en la vida? ¿Qué es lo único que permanece estable para siempre? Voy a la Biblia y me encuentro con que no hay nada seguro. Las personas fallamos, la tierra un día dejará de existir, los tiempos cambian y las riquezas son inciertas. 

La buena noticia es que Cristo es totalmente fiable, estable y además, es eterno. El apóstol Pablo entendió que mientras un cristiano se arraigue profundamente Cristo, nunca será avergonzado o decepcionado. 

Amado lector, no cometa el error de aferrarse a las riquezas y mucho menos de confiar en ellas. Sus títulos son importantes pues claramente su esfuerzo al obtenerlos no fue en vano, sin embargo, aquí está el secreto que le añadirá plenitud a su vida: arraigase a Jesús y edifique su vida sobre Él.

Cristo es la base sólida y confiable para todo cristiano. Ponga en Él sus sentimientos, sus pensamientos y su fe. Le aseguro que Cristo nunca lo decepcionará. 

Si usted está pensando hacer un “reseteo” a su vida, comience por fortalecer su fe en Aquel que murió en la cruz por usted y abrace sin reservas la verdad que le fue revelada a su corazón cuando recibió la salvación. 

El enemigo es suspicaz. El príncipe de éste mundo tratará de captar su atención con el propósito de que usted valore los “tesoros” engañosos de la vanidad y así pierda de vista las riquezas eternas que Jesús le ofrece. 

El resultado de sacar de la ecuación a Jesús, será un profundo sentido de vaciedad que tarde o temprano despertará a la amargura. A sabiendas de que la vida plena proviene de Jesús, no se enrede buscando felicidad en aquello que tarde o temprano perecerá. 

El consejo para hoy es: arráiguese. La corriente del mundo intentará arrastrarlo, pero nuestra roca, a la cual nos mantenemos unidos, no se moverá, sino que permanecerá para siempre. Una vida arraigada a Jesús, sí que tiene sentido. 

Próspero día.