Sin bastones.

Escrito el 15/04/2020
Ps. Gustavo Muñoz


El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo. Isaías 6:1.


Una crisis puede provocar una poderosa experiencia espiritual. Estoy seguro que usted no quisiera atravesar una, pero, ¿qué pensaría si yo le digo que una crisis podría provocar un poderoso encuentro con Dios? 

El profeta Isaías se enfrentó a la más grande crisis de su época: la muerte de rey Uzías. Sus cortas palabras “en el año en que murió en rey…”, representaron el caos y la inestabilidad nacional.   

La muerte de aquel rey, puso el futuro de la nación en serios líos y extremas complicaciones. Se dice, por cierto, que Isaías gozaba de beneficios especiales de parte de aquel rey, lo que significaba que si el rey moría, el profeta los perdería. 

Isaías no solo estaba profundamente conmovido por la muerte del rey, sino que además perdió la alegría y la esperanza al quedar desprotegido mientras se despedía de las garantías con las que contaba.

Sin embargo, el profeta no imaginaba que en medio de aquella profunda y estremecedora crisis, él tendría un encuentro personal con el Señor. Quizá el nunca imaginó que en medio de su dolor y su tristeza, Dios determinaría revelarse claramente a su corazón.  

Es probable que usted esté atravesando una crisis y en lo último que piense, es en que esa tribulación podría ser una excusa para tener una gloriosa experiencia con el Señor.  

Dios lo ama y Él no permitirá que nada en su vida ocurra sin que al final, lo beneficie. Sus planes son perfectos. Por eso cuando usted ve muerte, Dios ve vida; cuando usted ve dolor, Dios aparece para sumar esperanza. 

Dios le quitó a Isaías “su bastón”. Entiéndase por “bastón”, una persona o garantía indispensable para usted. El bastón de Isaías era el rey Uzías, ¿cuál es el suyo? 

Debo decirle que su “bastón” le quita el lugar a Dios. Ese bastón es su tropiezo y mientras Dios se lo deje, quizá usted se olvide de honrar y confiar plenamente en Dios.

Amado lector, en el tiempo de su más profunda crisis, le aseguro que Dios se revelará, se mostrará y hará cosas sobrenaturales en su vida. 

Quizá usted ha estado preguntándose del por qué de algunas experiencias dolorosas y ha sentido que se juntaron todas. Pues bien, nuestro buen Señor no lo dejará solo, Él se presentará cual resplandor de luz en su vida para decirle que en medio del dolor, usted puede confiar en él. 

Dios jamás le quitará su “bastón” para usted caiga, sino para enseñarle a caminar. Recuerde que usted tiene una importante cita con Dios. Esta noche nos conectaremos en nuestra gran Casa de Oración. 

¡Bendiciones!