Entonces los demás administradores y altos funcionarios comenzaron a buscar alguna falta en la manera en que Daniel conducía los asuntos de gobierno, pero no encontraron nada que pudieran criticar o condenar. Era fiel, siempre responsable y totalmente digno de confianza. Daniel 6:4.
¿Cuál era la tercera virtud de Daniel?
Daniel era un joven confiable. Además de cumplir lo que prometía, Él se esforzaba por ocuparse de sus propios asuntos, así como evitaba meterse donde no lo habían llamado. Sin duda, esta fue su tercera virtud.
Tal parece que con el pasar de los días, las personas dignas de confianza escasean. Nuestra sociedad moderna, ha convertido la lealtad en un asunto de poco valor y de interpretación relativa.
Daniel se ocupó de no traicionar sus principios morales. No imagino a un Daniel hablando a las espaldas de otros. Mucho menos lo imagino diciendo mentiras. A su corta edad, Daniel adoptó el estilo de la verdad y abandonó el camino que hoy para muchos, sigue siendo una opción: mentir.
Usted debe ocuparse de ser una persona confiable. Sí, muy confiable. De la misma manera como usted busca la compañía de personas en las cuales pueda confiar, así mismo las busca Dios. Él trabaja con personas fieles, responsables y confiables.
Si es casado o está comprometido, hágale saber con hechos a la persona que le ha confiado su corazón, que usted realmente la valora. La mejor manera de hacerlo es dando muestras intencionales de que usted es totalmente confiable.
Sea transparente en las cosas que hace y en lo que dice. Jamás piense que con ocultar algo usted se está ahorrando un problema, pues un viejo dicho dice: "el diablo tapa y tapa, hasta que por fin destapa".
Cuando se trata de mentir, el diablo se convierte en socio, pero dicha sociedad terminará cuando él (su enemigo), tenga oportunidad de exponerlo a la vergüenza.
Tenga presente que a Daniel lo persiguieron y buscaron la manera de avergonzarlo, pero su seguro fue la integridad de su carácter. Piense de nuevo en las tres virtudes de su carácter y anímese a imitarlas. Insisto: fiel, responsable, y confiable.
Amado lector, ¿su cónyuge confía en usted? ¿Sus jefes pueden dejarlo solo o sola en su negocio? Cualquiera que sea su respuesta, recuerde que Dios desea formar el carácter de Cristo en usted. Por lo tanto, Él no lo dejará hasta que lo convierta en alguien realmente confiable.
Sea confiable para sus hijos. Nunca piense que los votos y promesas que les hace, pueden anularse sin una razón de peso. Por el contrario, ellos confiarán en usted si hace de su palabra un verdadero valuarte en su vida.
Con amor,
Su servidor.