Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón. Proverbios 27:18
Vivimos en una época en que cada quien busca velar por sus propios intereses. Cada quien tiene su propia visión, y en ella, están depositadas todas sus ambiciones.
Esta, aparenta ser una percepción apropiada de la vida. Sin embargo, no es la manera en que Dios desea que usted piense.
Hoy debo contarle la verdad completa. Antes de que usted pueda tener aquello que tanto anhela, Dios le encomendará velar por la prosperidad de una visión ajena.
Si usted procura independizarse, asegúrese primero de ser fiel a su autoridad. Sea totalmente honesto mientras cuida los intereses de su jefe.
De la misma manera debe ocurrir en su vida espiritual. La Biblia afirma que "Dios concede las peticiones del corazón de aquel que se deleita en Él". Esta es una promesa condicionada. Usted recibirá lo que anhela, sí, y solo sí, aprende a amar lo que Dios ama.
Si en realidad quiere ver fruto en sus labores, asegúrese de ser diligente y de cumplir con el requerimiento del Señor: conviértase en un protector de los intereses ajenos.
Si llueve o si el sol es intenso, observe con cuidado su higuera. Cuídela, solo así usted podrá ver el fruto.
Amado lector, quizá usted experimente con regularidad cierto desánimo en su trabajo. Pues bien, es probable que esté siendo probado.
Dios lo quiere llevar a nuevos niveles, Él quiere bendecirlo mucho más de lo que ha soñado. Sin embargo, Él lo está observando y mi consejo para usted, es que sea fiel a Dios y a sus autoridades terrenales. Le aseguro que su bendición será grande.
Si su oficio es noble, entonces persista y valore la confianza que le ha sido delegada.
Recuerde esto: los intereses de su “patrón”, se convertirán en sus propios ahorros. Por eso, cuídelos, porque esa es la voluntad de Dios.
Feliz y próspero día.