El buen ánimo

Escrito el 19/06/2022
Ps. Gustavo A. Muñoz L.


El ánimo del hombre soportará su enfermedad; más ¿quién soportará el ánimo angustiado? Proverbios 18:14


El ánimo es un poderoso combustible. Cuando estamos animados, las aflicciones y los obstáculos no logran detener nuestra marcha. 

El ánimo es capaz de encontrar un plan B, cuando el plan A fracasó. El ánimo es tan poderoso, que ante la enfermedad, siempre nos permite mantenernos fuertes.

Amado lector, antes de mirar el futuro, ocúpese de lo más importante, calibre su ánimo con el Señor. El ánimo es mejor que las riquezas, la buena actitud es mejor que los tesoros.

Una persona desanimada puede caer en un estado de tristeza profunda, o incluso, de depresión. Quizá hoy, sienta que le falta el ánimo o que las circunstancias lo tienen contra la pared.

Debo decirle que la voluntad de Dios hoy, es llenar el tanque del ánimo en su interior. Acérquese a Dios con la disposición de ser re-animado por Él. Probablemente no le haya contado a nadie, pero su rostro lo dice todo.

Si usted reconoce que ha perdido el ánimo por su trabajo, por el servicio, o incluso, por su familia debido a las muchas aflicciones que supone liderar un hogar o enfrentar una crisis, entonces acuda a Dios, Él lo está esperando para llenar su tanque otra vez. 

En la vida tendremos aflicciones que debemos soportar. Hay tropiezos y obstáculos que tendremos que enfrentar. Sin embargo, en todos los escenarios, el ánimo hará la diferencia.

Reconozcamos que a pesar de que nuestra fe está intacta, quizá nuestro ánimo no. Fiel lector, dispóngase para recibir el ánimo espiritual que necesita. Él quiere darle esperanza hoy. 

Usted tiene muchas razones por las cuales debe levantarse hoy. Le ayudaré a recordar algunas: está vivo, y mientras haya vida, hay esperanza. Usted tiene un propósito por cumplir, sin duda, fue creado con un plan específico que no debería perder de vista. 

Hay una razón más: ¿ha soñado? Cada sueño en su interior debe moverlo. Los sueños tienen el poder de avivar aquella diminuta e insignificante cuota de ánimo. No se deje vencer, pelee, levántese y no se deje convencer de las voces que intentan lanzarlo al abismo del fracaso y la resignación.

Fiel amigo ¡ánimo!