“porque por fe andamos, no por vista”. 2 Corintios 5:7
"Caminamos por fe, no por vista”. Esta es una insignia valerosa que, por siglos, ha guiado el comportamiento de millones de creyentes en el mundo. Esta sencilla, pero poderosa declaración, nos consuela y exhorta a vivir por fe.
¿Cómo está su fe hoy? Su medida de fe incide en su actitud y en sus estados emocionales. Su medida de fe amplía la dimensión de su esperanza y despierta la fuerza de sus expectativas.
Amado lector, la fe es como la lámpara que se enciende para iluminar sus oscuros caminos. Cuando usted no puede ver nada y todo parece imposible, la fe hace su trabajo permitiéndole avanzar en las condiciones más críticas.
Hay cosas en la vida que usted no alcanzará a menos que le crea a Dios. Si usted no tiene fe, y no se arriesga, le aseguro que permanecerá más del tiempo necesario en la misma estación, perdiendo así, la oportunidad de avanzar.
Pablo sabía que la fe es vital si es que en realidad queremos llegar a la meta. Esa fe es la que nos permite mantenernos en el camino y a la vez disfrutar a pesar de las grandes aflicciones de la vida.
¿Ha intentado caminar con una venda en sus ojos? Si lo ha hecho, recordará lo difícil que es, no puede ver y entonces, el resto de sus sentidos se activan a otro nivel. Ocurre lo mismo con la fe, aunque no pueda ver claramente. La fe descubre caminos insospechados para que pueda avanzar.
He aprendido que la fe ridiculiza a los imposibles. La fe hace posible lo imposible. Definitivamente, los caminos del Señor se descubren y exploran a través del lente de la fe.
Hoy lo animo a avivar su fe. Créale a Dios. Aunque no pueda ver claramente su futuro, recuerde que los que confían en el Señor, nunca serán avergonzados.
Bendecido y próspero día.