Preciosa compañía

Escrito el 18/09/2022
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2


Tememos a las aguas embravecidas. También al fuego incontrolable. 

Ahora bien, Dios no prometió que evitaría que usted pase por el agua o el fuego, pero lo que sí prometió, es que estaría a su lado, por lo tanto, la prueba no lo destruirá.

Dios camina a su lado y eso es más que suficiente. Él desea ser su amigo en sus largas caminatas y compañero de lucha en sus intensas batallas.

Si siente el agua al cuello o el fuego acercándose, no piense que Dios lo abandonó; Él no hace eso jamás.

El hecho de que se sienta solo, no significa que realmente lo esté. Lo que sentimos, en ocasiones, no es más que impresiones distorsionadas de lo que en realidad está pasando.

Dios dijo: “yo estaré contigo”. Nada es más esperanzador que eso. Nada es tan verdadero como las Palabras de Dios.

Él no le encargó su bienestar y el de su familia a un distinguido o diligente ángel; Dios mismo se hará cargo de su protección y su paz.

No se queje, no reniegue, Dios no lo ha abandonado; hoy más que nunca, en su aflicción o en su duda; en su soledad o en su alegría, Dios lo acompañará.

Tal vez el agua pueda mojarlo o el fuego pueda calentarlo, pero Dios hoy le promete que las aguas no lo ahogarán y tampoco la llama arderá en usted. Dios lo ama y por esa razón, disfruta ir a su lado durante cada jornada.

Dios, su Padre, no lo dejará solo jamás; de eso puede estar seguro.

Paz.