Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Génesis 3:9.
Desde los comienzos de la creación, Dios continúa buscándolo.
Su deseo es hallarlo para restablecer su relación espiritual que rompió el pecado. Por cierto, su relación con Dios, es el acontecimiento personal más importante de su vida.
Desde que la relación de Dios con el hombre se quebrantó, la condición de la humanidad y sus relaciones, se vieron profundamente afectadas.
La buena noticia es que, a pesar de que nuestros primeros padres (Adán y Eva) pecaron, Jesús vino al mundo para encontrarnos en nuestra condición de pérdida y dolor; Él vino a buscar lo que se había perdido.
No sé en qué medida esta verdad cambie su perspectiva, pero lo cierto es que esto demuestra que Dios quiere mantener una relación recíproca con usted, basada en el amor y la obediencia.
Su búsqueda de Dios es importante, pero le prometo que se hará más intensa y fascinante cuando entienda que Dios lo sigue buscando desesperadamente.
Ahora permítame decirle esto: su vida depende de esa relación que Dios tanto busca tener con usted. No hay una relación más importante en su vida que defina tantas cosas y que lo alimente tanto, como su relación con el Creador.
Entender esto no es complejo. En su naturaleza pecaminosa, usted buscará escapar de Dios, pero en la naturaleza amorosa de Su Creador, Él desea encontrarlo.
Lo que debe entender es que cualquier asunto de su vida tiene que ver con Dios, y más exactamente, con su relación con Él. Sus decisiones para el futuro, su ánimo, conducta, e incluso el estado de su familia, están sujetos a su cercanía con Dios y a la manera como se relaciona con Él.
Seré aún más claro: la relación más importante de su vida, es su relación con Dios. Él lo está buscando porque sabe que su tránsito por la vida estará determinado por su acción de cuidar su vida de comunión con Él, convirtiéndolo en la persona más importante de su vida.
Dios lo está buscando. Ahora le pregunto: ¿usted lo está buscando a Él? Usted no podrá tomar decisiones sabias en favor del bienestar de su familia o incluso de usted mismo, si primero no se deja encontrar por Dios y tampoco decide cuidar su relación con Él.
Una infidelidad en el hogar, una mala decisión financiera, el agotamiento espiritual o incluso el desánimo, son las consecuencias de una vida espiritual lánguida. Cuide su relación con Dios y por favor, que Él sea, no solo es más deseado en su corazón, sino también el más amado en su vida.
¡Bendecido día!