¡Nuestro pastor!

Escrito el 03/03/2023
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltanIsaías 58:11


Dios es Dios del universo, pero también es su pastor. Cualquier asunto de su vida, por pequeño que pueda parecer, tiene toda la atención de Dios.

Un pastor examina constantemente el estado de sus ovejas. Lo hace porque las ama y su bienestar es una de sus metas.

Quizá en el rebaño haya ovejas débiles, temerosas o cansadas. Pues bien, Jesús, el príncipe de los pastores, se encargará de cuidarlas, alimentarlas y restaurarlas.

La palabra “siempre” es enormemente esperanzadora. Nuestro eterno pastor es constante, perseverante; Él no se marcha cuando flaqueamos o tropezamos.

En tiempos de intenso calor y poca lluvia, el Buen pastor tiene inagotables reservas de agua porque Él mismo es el agua de vida.

En su paso por periodos de escases y de incertidumbre, no piense que Dios lo abandonó; Él sigue constante, Él sigue cuidándolo.

Nuestro eterno pastor también le dará fuerza. Pondrá el vigor que emana de su impetuoso poder en sus debilitados huesos, para que usted pueda mantenerse en pie.

Si usted hoy necesita aliento, pídalo, Dios quiero dárselo. Si se sintiera débil, recuerde que Dios es su fuente inagotable que jamás caduca.

 Atienda a la declaración del profeta cuando dijo que Dios hará de usted un "huerto de riego"  y no dijo que usted sería simplemente un  "huerto". Un huerto de riego, exige el uso de grandes cantidades de agua. 

La pregunta es ¿cómo podría usted tener tanta agua en tiempos de sequía? Pues bien, así es Dios. Cuando usted ve que las condiciones externas empeoran, Dios, que no está limitado por ellas, siempre estará presto para sustentarlo, y no con escasez, sino con abundancia.

No permita que las circunstancias lo atemoricen, si usted está escondido en Dios, ¿quién podría sacarlo de allí?

La promesa de Dios está en pie. El agua nunca faltará. El agua, tipifica la vida misma. Eso significa que Dios se ha tomado el serio el desafío de ayudarlo a cultivar su propia vida espiritual.

No se limite a vivir entre sequias y desiertos, acuda al pozo eterno que es Jesús. Ríndase y verá como el Señor lo llena de nuevo.

Es probable que usted se sienta seco espiritualmente, lo cual lo hace débil y vulnerable ante el pecado. En ese caso, no se resigne a vivir un día más así, corra a los pies de Jesús, póstrese y Él lo saciará; entonces, su sequía terminará.

Lo mejor apenas empieza. Cuando usted recibe la vida del Espíritu, usted se convierte en un portador de ella. Entonces, se cumplen las palabras de Jesús cuando dijo: “de su interior correrán ríos de agua viva”. De esta manera, usted vivirá en el gozo y la plenitud de Dios. Experiméntelo hoy.

¡Bendecido día!