Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Salmo 16:11
Hay vacíos del alma que solo el Señor puede llenar. Aun cuando los bienes materiales que premian su arduo trabajo abunden y haya afectos humanos que pudieran consolar el corazón, ninguna dádiva terrenal podría darnos la plenitud que tanto buscamos.
Aquellos vacíos espirituales, así como los estados emocionales del hombre que, con tanta frecuencia, varían, no podrán ser cambiados a menos que la presencia de nuestro poderoso y amoroso Dios lo haga.
La carencia del gozo se debe a una ausencia declarada: la ausencia de Dios. La promesa de las Escrituras para usted es que, mientras su corazón se disponga a permanecer en la presencia de Su Creador, usted será lleno de alegría y plenitud.
Mientras usted busque la plenitud en su oficio o en una relación amorosa, cada vez se sentirá más vacío. A quien debe buscar, sobre todas las cosas, es a Dios. Su presencia reanimará su corazón y, además, le dará dirección a su vida.
Amado lector, no es su éxito, no son sus recursos, es la presencia viva de Dios la que le proveerá de la llenura y el gozo que necesita.
¿Necesita dirección? En la presencia de Dios usted podrá conocer y entender la ruta por la cual Él quiere llevarlo. ¿Le falta alegría? La presencia de Dios promete llenarlo del gozo que tanto busca. ¿Tiene hambre espiritual? Dios le servirá los más deliciosos manjares en presencia de sus enemigos.
Amado lector, no se desgaste buscando recursos donde no los hay. Acérquese al Señor y experimente la llenura plena de Su Espíritu. La vida es hermosa cuando Dios es el centro de nuestros corazones.
Bendecido día.