Menos movimiento, más confianza

Escrito el 20/10/2023
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierraSalmos 46:10


Esperar en Dios es más productivo y seguro de lo que usted piensa. Usted no está perdiendo tiempo, usted se está evitando dolores.

A lo largo de la Biblia, cada vez que el pueblo de Israel desbordaba en impaciencia o ansiedad, Dios le recordaba que Él es Dios y gobierna sobre los tiempos.

Usted podrá tener la sensación de que su vida está pausa, pero no es así, Dios sigue trabajando aunque su percepción sea otra.  

Su tiempo no ha terminado, no se apresure. Los abuelos dicen: “del afán, no queda sino el cansancio”. Mi abuelo decía: “voy despacio porque llevo afán”.

La gente mayor y con experiencia, suelen afiliarse a estos dichos por una sencilla razón: han comprobado que apresurarse no causa otra cosa sino problemas.

Si usted es capaz de esperar en Dios, entonces ese es un indicador de que usted es una persona madura en la fe y no camina por emociones, sino que se mueve por convicciones.

No altere los planes de Dios; Él no necesita su ayuda. La mejor forma en la que usted puede cooperar, es esperando con un espíritu manso y humilde.

Recuerde que aquellas personas que Dios usó en la Biblia, todas enfrentaron una larga espera.

No abra su boca antes de tiempo, no firme antes de tiempo, no se apresure a juzgar. No consagre su atención al reloj, más bien consagre toda su vida a los propósitos de Dios.

Los tiempos no determinan el cumplimiento de los propósitos, son los propósitos los que determinan el progreso del tiempo. Así es en el reino de Dios.

Usted quisiera pagar su deuda cuanto antes, pero ¿qué le puedo decir? Tenga paciencia, siga trabajando con la actitud correcta y usted verá la recompensa.

La impaciencia ha destruido a hombres poderosos, no se arriesgue usted. Por el afán se han truncado grandes sueños, que no le pase a usted.

Si Dios le está hablando pidiéndole quietud, entonces deténgase, no se apresure a correr al abismo de lo que muchos llaman suerte.

Quiero mostrarle algo. El salmo citado nos hace una demanda y nos revela un secreto. La demanda es “estar quietos”. El secreto es “que Dios no hará lo que usted espera de manera fácil, no permitirá que acontezca sin el factor imposible, es decir, sin que aquello lo acredite a Él y no a usted”.

La razón por la que Dios toma más tiempo del que usted desea, es porque Él siempre elige la ruta que facilitará que el mundo lo conozca y lo reconozca.

Si todo fuera rápido y fácil, ¿cuál sería la parte de Dios? ¿En dónde se llevaría Él la gloria? Por tanto, espere y vea como Dios construye lo inimaginable en su vida, lo perfecto en sus días y lo eterno en su corazón.

La buena noticia hoy, es que Dios aún sigue trabajando, Él no se ha olvidado de usted y tampoco de sus sueños. Dios está haciendo algo grande, Él es su perfecto arquitecto; por favor, no arruine los planes de Dios por causa de su impaciencia, afán o desespero.

¡Repose y vea a Dios haciendo maravillas!