Valentía

Escrito el 23/10/2023
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Pero en cuanto a ustedes, sean fuertes y valientes porque su trabajo será recompensado. 2 Crónicas 15:7 


Ninguno de sus esfuerzos quedará en el olvido. Dios ha prometido tener memoria de cada uno de ellos con el fin de recompensarlo.

Vivir requiere de una gran cuota de valentía y de fuerza. No siempre la estrategia o los planes bien pensados le ahorrarán la necesidad de esforzarse y trabajar duro. 

Trabajar duro puede significar avanzar una milla extra e invertir las últimas reservas de su aliento.

Hoy debo animarlo a esforzarse en el llamado que Dios le ha hecho. No desmaye. No claudique; el Señor renueva sus fuerzas. 

Quizá usted sienta que está caminando sobre un tramo árido y rocoso. En ese caso debo exhortarlo a continuar. Pronto encontrará un oasis de agua cristalina y fresca de la cual pueda beber.

Amado lector, Dios no permitirá que usted ingrese por un camino del cual no pueda salir. Su garantía es Dios, su labor, es esforzarse tanto, como sea necesario. 

Esta aventura con Dios no es para cobardes y tampoco para perezosos. Dios es su amigo en medio de la batalla, pero no considere rendirse, manténgase en pie y más pronto de lo que cree, su enemigo huirá.

El cansancio o el desaliento desentonan con la victoria. Esfuércese aún más y entregue lo mejor de su fuerza.

Entienda bien que aquella recompensa ha sido reservada para los que trabajan y no desmayan. 

En ocasiones sentirá que no puede más, pero justo en ese momento, las fuerzas de Dios vendrán para suplir su necesidad y así, ayudarlo a cumplir con su pesada tarea. 

Si se ha preguntado en alguna ocasión, si en realidad vale la pena lo que hace para Dios, entonces reflexione hoy y acepte que verdaderamente lo vale, porque su recompensa vendrá de la mano de su Señor y no de los bolsillos de un hombre.

Tome hoy sus instrumentos de trabajo y siga golpeando la ruda roca que tiene frente a usted. Pero hágalo con fe. Más pronto de lo que usted piensa, aquella roca tendrá una profunda grieta. 

Amado lector, cobre ánimo y esfuércese, nuestro Dios todopoderoso, lo recompensará.

Bendecido día.