Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Apocalipsis 21:5
La Biblia inicia con la narración de un nuevo comienzo en el libro Génesis (capítulo 1), y termina con el relato de otro nuevo comienzo en el libro de Apocalipsis (capítulo 21). Entre ambos libros, encontraremos diversos relatos que describen como Israel tuvo que resurgir entre las ruinas y escombros.
Leer dichos relatos me ayuda a recordar que Dios siempre nos da oportunidades para empezar de nuevo, para reponernos y levantarnos de las ruinas.
Estamos iniciando un nuevo año calendario y es importante recordar dos verdades poderosas que emanan de este lindo texto.
La primera verdad es que Dios hace posibles los nuevos comienzos. Los fracasos del año que terminó deben ser el combustible para enfrentar los nuevos desafíos y la motivación para aprovechar las nuevas oportunidades.
Es por eso que la sensación de iniciar un nuevo año debe ser de expectativa y no de frustración, de esperanza y no de duda.
La segunda verdad, es que podemos confiar ciegamente en Dios. Nadie es más confiable que Él. Sus palabras son fieles y verdaderas. Por esa razón, su oración a Dios hoy debe ser dirigida por una actitud de absoluta confianza.
Confíele al Señor sus tesoros, su futuro, familia y propósito de vida. Confiar en Dios hará de usted una persona más productiva. Le aseguro que le dará enfoque y reemplazará la ansiedad por una absoluta paz.
Me gustaría recordarle que usted tiene un Dios grande. Si usted así lo cree, entonces no permita que la incertidumbre lo acompleje o que los desafíos lo reduzcan. Amado lector, usted es un vencedor, pero el principio de la victoria está en confiar en Dios.
Hoy quiero invitarlo a no declinar en su caminar con Dios. Atrévase a iniciar un nuevo año de la mano de Dios y aprovechando las oportunidades que Él le está dando.
Bendecido y prospero día.