Piedras en el camino

Escrito el 01/03/2024
Pr. Gustavo A. Muñoz Luna


“Por mucho tiempo tuvo guerra Josué con estos reyes.” Josué 11:18.


Mientras crecemos, naturalmente aprendemos a enfrentar los muchos obstáculos de la vida. Es así como poco a poco nos hacemos conscientes de la necesidad imperiosa de mostrar valentía ante la presencia de las “piedras" que aparecen en el camino y estorban nuestro camino al éxito.

Sin embargo, desde la perspectiva de Dios, el reto en sí no es superarlas, el reto vital de esta dinámica es aprovecharlas.

Israel se hizo fuerte, no solo por su confianza en Dios, sino también por la dureza y crueldad de sus enemigos. Ellos tuvieron que aprender a enfrentar sus propios gigantes y a reaccionar ferozmente ante los ataques destructivos en su contra. 

Alguien dijo que cada problema, cada fracaso, cada pérdida y cada dificultad, solo son "piedras" con las que tropezamos en el camino, y ¡vaya que la vida está llena de ellas!

El truco no está en buscar el camino despejado y evitar "las piedras", sino en aprovechar cada piedra que encontramos a nuestro paso. Si no se ha convencido de eso, lo animo a pensar en las siguientes palabras que describen la gran destreza con la que usted cuenta: 

¿Piedras? “El distraído tropezó con ella, el violento la utilizó como proyectil, el emprendedor construyó con ella, el campesino cansado la utilizó como asiento, para los niños fue solo un juguete, Drummond la poetizó, David la utilizó para matar a Goliat, y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura”.

Fíjese en algo. En todos los casos, ¡la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre! Debo preguntarle entonces, ¿qué hará con su piedra? ¿Permitirá, acaso, que detenga su marcha? O ¿la usará para elevarse a un nuevo nivel? 

Considere que las piedras que usted encontrará, quizá estén en su camino para ayudarle a descubrir habilidades de las cuales usted no estaba consciente. 

Una piedra puede significar la fortuna de hallar una posibilidad de removerla y luego, ayudarle a otros a hacer lo mismo.

Eso que usted considera una desdicha, podría ser un pretexto para alcanzar una bendición mayor. Ocúpese entonces de mantener la actitud correcta ante los problemas. 

Alguien dijo: “para un necio, un problema es justamente eso, un problema. Para un sabio, un problema es un proyecto a resolver”. Amado lector, no se doblegue, su guerra puede haberse prolongado, pero nadie podrá quitarle la grandeza por haber vencido.

¡Adelante! Usted es más que vencedor.

¡Bendecido día!