Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz. Job 22:28.
Sus decisiones cuentan. De hecho, usted está abonando a su futuro cada vez que toma una decisión.
Por esa razón, asegúrese de tomar las decisiones correctas, siempre guiadas por Dios y libres de todo tipo de presión que quiera coartarlo.
Ahora bien, existe una gran diferencia entre decidir y decidir con determinación.
Su futuro no es un asunto de suerte. Usted debe ser determinado cuando decida cualquier cosa que pudiera comprometer su bienestar.
No cambie de decisión con las circunstancias, cambie sus circunstancias haciendo uso de sus decisiones.
Si usted decide algo, es porque ya ha consultado al Señor en oración y ha escuchado su voz a través de la Biblia y además escuchó a sus líderes o autoridades espirituales, ¿por qué duda ahora?
Las excusas son enemigas del cambio, la determinación es compinche del éxito. Si usted quiere ver la gloria de Dios, entonces decida y manténgase en su decisión.
No crea a medias, creer a medias es lo mismo que no creer. Dios iluminará su camino cuando decida avanzar con determinación, pero mientras dude, usted no encontrará más que oscuridad a su paso.
Si decidió romper con un vínculo dañino en su vida, entonces hágalo y mantenga su compromiso con esa decisión.
De la misma manera, usted debe pensar con respecto al pecado. Determínese a guardarse para Dios y cierre todas las puertas por las cuales el pecado intentará entrar para destruirlo.
Si usted está casado y las cosas no marchan bien, considere que una determinación radical podría salvar su matrimonio.
Una determinación radical no es intentar algo, es entregar todo por algo. Su carácter debe reflejar firmeza al decidir.
Su actitud, cuando se trate de obedecer a Dios, también debe ser radical. Dios recompensará su determinación a hacer su voluntad.
Aunque hacer la voluntad de Dios resulte ser un gran desafío para usted hoy, y además represente un riesgo importante, confíe en esta promesa: “y sobre tus caminos resplandecerá luz”.
La luz tiene un precio, su determinación.
Con amor, su servidor.