El que en integridad camina será salvo; mas el de perversos caminos caerá en alguno. Proverbios 28:18
Abra sus ojos. Si usted camina entre el lodo, su ropa terminará pintada con él. Si se acerca al fuego, puede resultar quemado.
Dios quiere que usted camine en integridad. La integridad es la virtud más valiosa de un hijo de Dios.
La presencia o la ausencia de integridad, afecta todas las áreas del ser humano. Así como la integridad fortalecerá sus relaciones, su ausencia las puede destruir.
La integridad le brindará un sinnúmero de beneficios, pero hoy hablaré de uno de ellos: “una sola vida”.
La falta de integridad producirá la fatigante sensación de tener dos tipos de vida: la que mostramos y la que no queremos que vean.
Le aseguro que usted será verdaderamente feliz cuando experimente la increíble sensación de no ocultar nada.
Nada se compara con la paz que usted tendrá si decide caminar con temor a Dios y apartado de toda especie de mal como el engaño, la mentira, la ira y las contiendas.
La promesa para el íntegro es que será salvo. Pero, ¿salvo de qué? En primer lugar, de la muerte eterna. En segundo lugar, de la destrucción.
La falta de integridad es una exposición directa a los peligros del pecado. Nunca olvide que el infierno reclama su alma y nuestro enemigo tratará de arrebatarle el favor de su salvación, más la recompensa de la integridad será la eternidad del alma.
El íntegro será guardado de la destrucción. Sí, de los errores de este mundo que nos pueden llevar al lamento y a la miseria, al quebranto y a la decepción.
Es como una guarda que bloqueará el acceso a la desgracia. Es tan efectiva, que si usted fuera probado en extremo (como lo fue Job), Dios mismo lo recompensará abundantemente por su fidelidad.
Amado lector, frente a usted persisten aparentes oportunidades que prometen prosperidad y bienestar, pero usted bien sabe que ninguna de ellas proviene de Dios.
Placeres se ofertan a la luz del día, pero usted debe cuidar de no caer en ninguno de ellos. Una doble vida es una muerte lenta.
Busque consejo en un mentor, sea honesto con Dios y con usted mismo. Libre su batalla por la integridad. Dios quiere que usted disfrute de la paz y la tranquilidad de ser transparente en todo lo que hace.
Sea íntegro y no haga convenios con el pecado.