Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Éxodo 33:14
Moisés estaba sumamente preocupado. Él no quería emprender un viaje sin asegurarse primero de que Dios mismo viajaría con él a lo largo del camino.
Fue osado al no conformarse con la compañía de un ángel. Ciertamente, Moisés sabía que la única garantía en su marcha hacia su destino, sería la compañía de Aquel que lo llamó.
El estilo de Moisés debería ser el nuestro. Mientras usted busca una y otra garantía, o se apoya en uno que otro beneficio, sabio sería buscar la garantía suprema: la compañía de Dios.
Si Dios está con usted, le aseguro que todo será diferente. Lo fue para el joven José. La Biblia dice que él llegó a casa de Potifar y esa casa prosperó. Llegó a la cárcel (injustamente juzgado) y aquella cárcel prosperó.
Todo se debía a una razón espiritual: Dios estaba con Él. Amado lector, lo mejor que le puede pasar es comprobar que, aún, Dios está con usted.
Toda ruta en la vida es exigente, desgastante y compleja. Sin embargo, la promesa de Dios para usted, es que en cualquier tramo de su camino, podrá gozar de pleno descanso porque Dios está a su lado.
Mi consejo es que antes de emprender cualquier sueño o proyecto, usted le diga al Señor: no quiero nada menos que tu presencia.
La presencia de Dios lo cambia todo. Por imposible que parezca, la visitación de Dios hace maravillas.
Cuando Jesús llega a un lugar, todo cambia. Nada queda igual. Por eso es que el principio para prosperar y crecer es contar, sobre todas las cosas, con la poderosa presencia de Dios.
Puede que se fatigue, pero Dios le dará descanso. Puede que encuentre obstáculos en su progreso, pero Dios lo fortalecerá. Incluso, puede que considere rendirse, pero Dios pondrá en su corazón el ánimo para continuar.
Dios estará con usted, y además, le dará descanso. ¿Imagina algo mejor que eso?
Mis mejores deseos para usted en este nuevo día.