¡Alégrese!

Escrito el 22/04/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosasJoel 2:21

Encerrarse en la dificultad para considerar una y otra vez una situación adversa, lo único que hará es agudizar más la razón de su tristeza y robarle la oportunidad de encontrar una salida. 

La amargura es uno de los males de esta generación. Gozamos de infinitos privilegios así como de admirables comodidades; sin embargo, no podemos ser felices, a todos nos falta algo y esa es la justificación de nuestra insatisfacción.

¿A qué teme? ¿Cuál es la “pieza” que le hace falta? Usted puede responder estas preguntas, pero hay una más importante: ¿es Dios la razón de su gozo?

Si así fuera, le aseguro que podría experimentar una alegría espiritual llenando su interior. 

Jamás olvidaré las líneas de un libro que transformó mi manera de pensar. El autor escribió: “El deseo de Dios para usted es el deleite puro y sin fin”.

No se estaba refiriendo a un estilo de vida en el que el placer ocupa el lugar de Dios, no, su declaración está lejos de eso.

Lo que afirmaba es que cuando hacemos de Dios el centro de nuestras vidas, el deleite, la alegría y el gozo se hacen presentes.

Amado lector, decida disfrutar y alegrarse en el Señor. Note que la razón del gozo en este texto no es “lo que tiene ahora”, sino lo que Dios hará por usted.

La esperanza que usted tiene en la perfección de los planes de Dios debe llenarlo de alegría y gozo porque lo que Dios hace siempre es perfecto.

Él conoce sus sueños, Él sabe a dónde quiere llegar, pero, por favor, no arruine los planes de Dios por causa de su amargura.

Cambie su cara de lamento. Levántese de sus cenizas, lave sus pies, enjuague sus ojos y experimente a plenitud el gozo de Dios.

Su marcha no ha terminado; Dios dijo que haría grandes cosas. Entonces, póngase en pie y viva alegremente, regocíjese.

¡Celebre! Jesús, aun cuando sabía que una cruz aguardaba por Él, vivió alegremente.

Amado creyente, la vida tiene tramos difíciles. A veces sentirá que camina por sendas empedradas; otras veces, deberá respirar fuertemente porque el camino es de ascenso. Otras veces, sentirá que está en una permanente quietud.

Sin importar el tipo del terreno por el cual usted se encuentre caminando hoy, pida al Señor una porción aumentada de gozo. La gente que lo rodea necesita ver a Jesús a través de su alegría. Por favor, luche por el gozo, consérvelo y compártalo. 

¡Bendecido y próspero día!