No te vuelvas orgulloso en esos días y entonces te olvides del SEÑOR tu Dios, quien te rescató de la esclavitud en la tierra de Egipto.” Deuteronomio 8:14 NTV
La raza humana enfrenta dos grandes debilidades: olvidar y enorgullecerse. Ambas, son trampas mortales.
¿Recuerda que al comienzo de la creación la primera pareja recibió una orden divina? Tan solo bastó con que apareciera la serpiente y, enseguida, olvidaron las palabras del Creador.
Según el relato de Ezequiel, la misma serpiente había sido expulsada del cielo cuando aún era un ángel, por causa de su corrupto deseo de ocupar el lugar de Dios.
Amado lector, usted debe enfrentar y mantenerse victorioso ante la rápida acción de olvidar, de la misma manera como debe hacerlo ante el orgullo o la altivez.
Piense en esto: Dios no tiene problema en bendecirlo, en prosperarlo o en darle mucho más de lo que usted ha soñado, pero le diré cuál es el dilema de Dios: el orgullo y la facilidad con la que usted olvida. Esos sí son serios problemas.
Mantenga vivos los recuerdos de su tiempo de esclavitud y nunca olvide quién lo sacó de allí. Hoy, lo animo a recordar sus días de soledad, angustia y desesperanza, mientras caminaba lejos de Dios.
Recuerde lo pobre que era antes de que la gracia de Dios lo alcanzara y enriqueciera su vida. Seguramente usted sabe lo que es pasar necesidades y enfrentar hambre. Entonces vaya a su nevera y comience a dar gracias a Dios, su proveedor.
Quizá usted no enfrentó necesidades económicas, pero sí tuvo que vivir sin el favor de Dios por mucho tiempo y eso lo llevó a una condición de despropósito y depresión. Esa fue su mayor pobreza.
Hoy, usted llegó hasta aquí porque su vida fue transformada y ahora goza de un sinnúmero de privilegios. Si es así, entonces sea agradecido y no dé lugar al orgullo. Piense en lo que Dios espera de usted y resuelva ser humilde.
Dios quiere darle mucho más de lo que usted posee. Pero asegúrese de tener el corazón correcto. ¿Volverá a amar el mundo que le arrebató todo? ¿Deseará retornar a la tierra que lo mantuvo esclavizado? De ninguna manera. Usted fue libre y, una vez libre, la esclavitud no es una opción.
¡Bendecido día!