La fidelidad de Dios

Escrito el 31/05/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. Isaías 46:4


Dios es inmutable. Eso significa que Él no cambia, no varía. Ahora bien, su inmutabilidad supone que Él es fiel y permanente. Así es con su amor: Él lo ama todo el tiempo y lo cuida permanentemente.

Usted, sin duda alguna, puede estar completamente seguro de que Dios no lo dejará solo. Él ha prometido acompañarlo durante los procesos más difíciles de su vida. Es un padre amoroso que no se marcha cuando usted afronta dificultades.

Él estará presente cuando reciba su diploma con honores; y también estará a su lado cuando usted fracase.

Afirmar que estará con usted desde el vientre, y lo hará hasta sus canas, me dice que en cada etapa de su vida Él se manifestará, no se distanciará; Él lo cuidará, Él lo protegerá.

¿Puede experimentar en su interior la tranquilidad al saber que Dios jamás lo abandonará?

Quizá usted esté atravesando uno de esos tantos caminos en los que piensa que está solo, pero el hecho de que se sienta solo no significa que en realidad lo esté.

Dios tiene paciencia. Es posible que usted haya tenido un padre biológico impaciente y eso le haga pensar que así es Dios. Pero reconsidere sus percepciones, Dios dijo: “Yo los soportaré”.

Si usted tropezara fácilmente, Dios lo ayudará a levantarse. Si sufriera una herida, Él lo sanará. Amado lector, Dios desea que viva como un hijo, de tal manera que Él sea amado como un padre.

Jesús vino a la tierra para morir por una humanidad que se condenaba a sí misma, pero también vino a revelarnos el invencible e insuperable amor del Padre.

Un amor paciente, responsable, constante, indestructible, fiel, abundante, y por demás está decir, incondicional.

¿Puede encontrar algo mejor que eso? Le aseguro que no. Comience entonces a disfrutar de los privilegios de esta grandiosa promesa.

Guarde esto en su corazón: cuando usted se encuentre en su lecho de muerte, rodeado o no por personas afines a usted, sepa una cosa: Dios estará a su lado.

Año a año, mes a mes, semana a semana y día a día, Dios estará con usted. Créalo.

¡Bendecido día!