Planes de bendición

Escrito el 05/06/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáisJeremías 29:11


No se preocupe, Dios ya diseñó un plan perfecto para usted. Dicho plan es insuperable e inmejorable.

Amado lector, sus buenas ideas jamás igualarán la excelencia y perfección de los pensamientos de Dios acerca de su futuro.

Usted tiene libertad para decidir, pero cuando uno encuentra promesas como estas en la Biblia, uno debe pensar muy bien en la manera como ejerce su libre albedrío.

No sé en qué medida esto cambie la ruta de su vida, pero le diré algo: Dios quiere que a usted le vaya bien; Él no quiere verlo derrotado.

Aún encuentro personas que dudan de la bondad de Dios. Veo personas que desconfían de lo que Dios está haciendo.

Usted debe confiar en lo que Dios hace. Siga la ruta que el Espíritu de Dios le muestre y le aseguro que usted disfrutará ver cómo aquel plan de Dios se materializa en su vida.

Es simple. Cuando usted ama a alguien, junto a ese sentimiento, vive un deseo constante de que a esa persona le vaya bien.

Pues bien, Dios lo ama y ese principio también se cumple en su vida espiritual; Dios quiere que a usted le vaya bien.

Ahora bien, usted se preguntará: si en verdad Dios quiere que me vaya bien, ¿por qué me está pasando esto? No es difícil de entender. Todo buen plan exige un precio que pagar.

Si usted planea llegar a la cima de una montaña, deberá prepararse para experimentar frío, hambre y, como si fuera poco, un gran esfuerzo físico.

Pero ciertamente su recompensa será ocupar el lugar de privilegio que soñó cuando miraba la montaña desde abajo: la cima.  

Dios se ha comprometido con el final de su historia; Él quiere llevarlo a la cima. Él dijo: “Para darles el fin que esperáis”.

Pero mientras ese momento llega, mientras usted es coronado y disfruta de un final feliz, usted debe esforzarse, confiar y enfrentar a sus enemigos.

Dios le garantiza un final feliz, pero el desarrollo de su historia, en parte, depende de usted.

Ponga en acción su fe; Dios no permitirá que usted sea avergonzado. Confíe en los perfectos planes de Dios, aun cuando estos tengan una cuota de dolor y sufrimiento.

Aun cuando esos planes le exijan renunciar a algo, recuerde que Dios se ha comprometido con el final de su historia.  

A veces usted sentirá que está “viviendo un nudo”, sí, esa parte enredada que usted no entiende, pero tranquilo, a veces es necesario pasar por ahí, si es que en realidad desea una buena conclusión para su vida.

¡Bendecido día!  

Con amor, su servidor.