Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Job 22:21
“Volver” es la palabra que usamos para decir que retomaremos lo que abandonamos o lo que dejamos atrás. Volver es una resolución cuyo efecto dependerá del destino al cual llegaremos.
Este “volver” es un llamado a restaurar nuestra relación con Dios; a recomponer nuestro camino para ubicarnos en el centro de su voluntad.
Amado lector, el comienzo para un camino de éxito radica en el valor que le dé a su amistad con su Creador. Todo lo bueno que pueda recibir mientras vive tiene un solo origen: Dios.
Vivir lejos de Dios no lo favorecerá en nada; en cambio, si usted honra la amistad que él le ofrece, todo en su vida comenzará a cambiar.
La ausencia de paz no habla de la dimensión de la guerra, sino de la distancia que hay entre usted y Dios. Cuanto más lejos de Dios se encuentre, más grande será su vacío, más difícil la solución.
No existe una amistad más benévola que la amistad de Dios. Su mejor amigo, o mejor amiga, jamás podría producirle el bien que Dios derramará sobre su vida.
Pero una amistad requiere esfuerzo, fidelidad y confianza. Si su deseo es ser amigo de Dios, entonces tendrá que esforzarse por agradar a Dios y así cuidar su vida de intimidad con Él.
La fidelidad fortalece una amistad; la infidelidad la golpea hasta desintegrarla. Si valora su amistad con Dios, ¿por qué amar más el mundo y sus deseos que a su más fiel amigo?
Ninguna amistad puede prevalecer mientras no haya la confianza suficiente. Su amistad con Dios requiere que usted confíe en Él, en sus propósitos y en su gracia. Créame, usted puede ir confiadamente ante Él para hallar el oportuno socorro. Dios no lo rechazará; Él lo recibirá con inmenso amor.
Dedique tiempo para orar, aparte tiempo para alimentar y fortalecer su amistad con Dios. Tenga por seguro que su corazón será libre de la aflicción y las cosas le saldrán bien.
Con amor, su servidor.