Cuidado con lo que dice

Escrito el 21/10/2025
Pr. Gustavo A. Muñoz L.


En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente. Proverbios 10:19


Seguramente usted ha conocido personas que siempre están solucionando malentendidos. Estas personas están acostumbradas a las confrontaciones de otros que los acusan de distorsionar un suceso. 

La Biblia claramente nos advierte acerca de los peligros que acarrea el hablar más de la cuenta. Hablar sin un propósito noble y, peor aún, hablar sin conocimiento de causa, es sin duda una acción necia. 

Miles de personas en el mundo lamentan las heridas que causaron y los problemas que lamentablemente generaron por causa del mal uso del don de hablar. Olvidaron la prudencia y, por causa de sus impulsos emocionales, perdieron su integridad y luego la paz. 

Amado lector, cuide sus palabras. Un seguidor de Jesús aprecia el alto valor de hablar o de participar en una conversación. La Biblia no le pide hacer un voto de silencio, pero sí le pide cuidar muy bien lo que dice. 

Sea diferente. Hable lo que es necesario y evite las ofensas que podrían enredarse entre sus conversaciones. Piense muy bien en el alcance de sus palabras; puede que usted desconozca las verdaderas razones y termine influenciado por las artimañas del enemigo. 

La gente prudente es bella. Sí, hay un favor sobre ellos que los hace ver diferentes. Son confiables, admirados y, sin pedirlo, la gente les entrega su respeto. En cambio, la gente que habla sin control alguno pierde la oportunidad de ser convocada para participar de los asuntos importantes. Los exilian. 

¿Puede imaginar a Jesús hablando más de lo necesario? Yo no. En cambio, lo puedo ver como a un maestro rodeado de una muchedumbre de personas que aguardaban por sus palabras. ¿Sabe por qué? Porque hablaba sabiamente. 

El consejo para hoy es sencillo: refrene sus labios. Ejerza control sobre sus palabras y pídale al Espíritu Santo que le ayude a ser prudente. Los prudentes son confiables y tienen éxito. 

Paz y bien.